Existen innumerables tipos de caja. En este texto nos centraremos básicamente en dos muy diferentes: la caja fuerte y la de embalaje.
Esta última será imprescindible si deseamos que la unidad de almacenamiento de seguridad, llegue bien y sin imperfecciones. A este respecto, hay que decir que tanto las antiguas cajas fuertes de dial como las modernas de sistemas digitales, no deben padecer en ningún momento negligencias, tales como golpes o trepidaciones excesivas.
Si es necesario transportar un modelo para emplazarlo en otro lugar, habrá que dotarse de elementos que preserven tanto su estructura como su parte tecnológica. El apartado de los embalajes en el ámbito de las cajas es muy extenso. No solamente resulta importante que el objeto se proteja superficialmente durante el traslado, también es fundamental que se evite todo movimiento contrario a la naturaleza de la unidad. Estamos hablando de cajas especiales y de transportes especiales, para los que se necesitarán a veces materiales plásticos, poliespán reforzado, cartones reforzados…
No cabe aquí mencionar la gran cantidad de cartones para cajas existentes en el mercado, pero sí hay que decir que existen modelos homologados y con información sobre el peso que pueden transportar y otros detalles interesantes para que la caja fuerte llegue a su destino como salió. Por ejemplo, podemos poner el caso de los elevadores de objetos, sistemas que se han convertido en valor seguro para mover objetos delicados a grandes alturas.
Con un equipamiento de calidad, la estructura de la caja, no sufrirá vibraciones, además de tratarse con cuidado, incluyendo la protección de la base gracias al afelpado o engomado de las plataformas hidráulicas de elevación.
Hay usuarios que, ante la urgencia de trasladar su caja (por ejemplo, por una mudanza o cambio de local inminentes), contratan lo primero que ven.
Cualquier especialista competente recomendará contrastar muy bien reputación, datos, testimonios y precios antes de dar el paso de trasladar su unidad de almacenamiento de seguridad.
Además de las tradicionales cajas fuertes (sean del tamaño que sean) se trasladarán armeros y diversos elementos de protección extra. También nos preocupamos por las cajas más pequeñas, aquellas que por ser más reducidas no dejan de poseer una asombrosa tecnología para poner a salvo, por ejemplo, pequeñas joyas o grandes recuerdos.
Recordemos que tanto en un caso como en otro, el usuario deberá verse protegido mediante un contrato que garantice el buen estado de sus objetos una vez lleguen a su destino.
Los seguros son particularmente interesantes cuando estamos hablando de cajas fuertes con información u objetos valiosos o, bien, armeros. Hay empresas de mudanzas de diversos tipos, algunas que incluyen instaladores y desmontadores. Lo cierto es que en este aspecto, nos referimos especialmente a aparatos electrodomésticos u otro tipo de instalaciones.
Desanclar o desempotrar una caja fuerte puede ser tarea compleja y no apta para los operarios anteriormente mencionados. Por esto, habrá que contactar con profesionales que sepan hacerlo o, bien, que estén en contacto con cerrajeros expertos en estas tareas.
Recordemos que, a veces y para que nuestra caja no sufra daños, hay que conjuntar especialistas que poco tienen que ver entre sí.
El cartón de calidad y el acero de última generación se dan la mano para mayor satisfacción del cliente. Una caja para cada cosa; una cosa para cada caja.